Piso AQ Urban Sky – Malaga

Queríamos que las paredes respiraran con la luz.

En el vigésimo séptimo piso del AQ Urban Sky, la ciudad de Málaga se abre como un lienzo. Desde la terraza, el mar y el cielo parecen tocarse, y dentro, la luz lo inunda todo. Este era el punto de partida: un apartamento suspendido en el aire, donde cada pared debía dialogar con el paisaje.

En el salón, el diseño Soffio de Instabilelab se convierte en una respiración visual que no compite con el skyline, sino que lo acompaña: un decorado calibrado en escala y tono que dialoga con la iluminación y la transparencia de los ventanales, devolviendo suavidad y continuidad. La narración continúa en la zona de noche con tres identidades distintas: el papel pintado Josephine viste la suite con una acuarela floral discreta y refinada; el diseño Clouwer transforma la segunda habitación en un cielo habitable; Moses entrelaza geometrías y botánica en la tercera estancia, orquestando profundidad y movimiento.

Cuando llegamos por primera vez, entendimos que no hacía falta llenar el espacio, recuerda Alberto Torres, socio fundador de PortobelloStreet.es. Lo que necesitaba era ritmo, no ruido. El verdadero lujo aquí era la vista y la luz. Nosotros solo teníamos que acompañarlas.

 

– El apartamento AQ Urban Sky se desarrolla en una planta abierta con una gran terraza y vistas al skyline de Málaga. En el salón, el papel pintado Soffio parece integrarse en esa continuidad. ¿Cómo habéis calibrado su presencia para que no compitiera con el paisaje?

Desde el principio tuvimos claro que Soffio no debía imponerse. No queríamos un mural que gritara, sino uno que respirara. Por eso lo tratamos casi como una atmósfera: un fondo que arropa sin distraer. Cuando la vista es tan poderosa, el papel tiene que tener la humildad de acompañarla. El resultado es una sensación de calma, como si todo el espacio respirara al mismo ritmo que el horizonte.

 

Appartamento Malaga con carta da parati Instabilelab

 

Cada dormitorio tiene una identidad visual y sensorial diferente: Josephine, Clouwer y Moses. ¿Cómo elegisteis estos diseños y qué emociones queríais transmitir en cada uno?

Queríamos que cada habitación contara una historia distinta, pero que todas pertenecieran al mismo relato. En la suite, Josephine nos inspiró por su delicadeza: un floral acuarelado que aporta intimidad y serenidad. Es una presencia amable, que se mezcla con las texturas cálidas y los tonos neutros. En el segundo dormitorio, Clouwer es pura ligereza. Nos gustaba esa idea de un cielo habitable, algo que te hiciera sentir más liviano al entrar. Y en el tercero, Moses introduce estructura y profundidad, con un equilibrio entre geometría y botánica que da fuerza sin perder sutileza.
Cada uno tiene su carácter, pero todos comparten una misma cadencia. Son tres capítulos de una misma historia.

– Los diseños de Instabilelab destacan por su capacidad de adaptarse a diferentes ambientes. ¿Cómo coordinasteis la escala, la paleta y el ritmo de los decorados para mantener una narrativa coherente entre espacios?

Con mucha conversación y un hilo conductor muy claro. Lo importante era que, al moverse por la casa, uno sintiera continuidad. No queríamos cortes ni contrastes bruscos. Trabajamos sobre una misma base cromática, muy suave, con materiales naturales que se repiten de forma sutil.
Instabilelab entendió enseguida nuestra intención: que cada mural se integrara en su entorno sin romper el equilibrio general. Esa complicidad técnica y estética fue esencial para que todo funcionara con naturalidad.

En la suite principal, Josephine aporta un sentido de refinamiento y calma. ¿Cómo dialoga este motivo floral con los otros materiales de la estancia?

Josephine tiene algo muy humano. Su trazo acuarelado se funde con los tejidos, con la madera, con la luz. Lo combinamos con materiales que transmiten lo mismo: suavidad, calidez, serenidad. El papel no busca ser protagonista, sino acompañar. Queríamos que al entrar se sintiera esa sensación de sosiego que te hace bajar el ritmo. Que el dormitorio fuera un refugio, no una escenografía.

El mural Clouwer en el segundo dormitorio evoca un cielo onírico y casi surrealista. ¿Qué papel tuvo la iluminación en esa sensación de ligereza y suspensión?

La luz era clave. Decidimos que debía acariciar el mural, no señalarlo. Si lo miras, parece que el cielo se extiende más allá del techo. Es una ilusión muy sutil, pero llena de poesía. Esa suavidad hace que el espacio respire y que te sientas dentro de un pequeño universo suspendido. Nos gusta trabajar con la luz como si fuera otro material más, uno que modela la emoción del lugar.

Un proyecto tan detallado requiere mucha sintonía entre diseñador y proveedor. ¿Qué aspectos de la colaboración con Instabilelab fueron determinantes?

La escucha. Eso es lo que más valoro. No solo ofrecen un producto, sino que entienden el alma del proyecto. Nos ayudaron a ajustar proporciones, tonos y ritmos para que cada pared encajara con el resto. Es un trabajo conjunto, casi artesanal. Cuando el proveedor entiende la intención emocional detrás de cada elección, el resultado se nota. Y en este caso, se nota en cada rincón.

PortobelloStreet.es ha utilizado los diseños de Instabilelab en otros apartamentos del mismo edificio. ¿Existe un pensamiento coordinado entre esas viviendas?

Sí, hay un marco común, una idea de conjunto. Nos gusta que cuando alguien recorra diferentes apartamentos del edificio sienta un lenguaje compartido, aunque cada uno tenga su voz. No repetimos decorados, porque creemos que cada casa tiene su propia personalidad, pero sí mantenemos una misma mirada: espacios que respiran, materiales que conversan y murales que acompañan. Es nuestra forma de dejar huella sin imponerla.

El apartamento AQ Urban Sky es, al final, una conversación entre la luz, el paisaje y la materia. Nosotros solo ordenamos lo que la casa ya decía —concluye Alberto—. Cuando el proyecto fluye así, el papel no decora: cuenta lo que las paredes sienten.

 

 

El apartamento AQ Urban Sky es la demostración de cómo el diseño contemporáneo sabe combinar elementos complejos en una armonía aparentemente natural. El reto de PortobelloStreet.es no era solo distribuir funciones en un espacio abierto, sino traducir en materia y superficie una intención emocional precisa: la de hacer que los ambientes respiraran al ritmo de la luz y del paisaje circundante.

En este proyecto, los motivos de Instabilelab (Soffio, Josephine, Clouwer y Moses) no asumen el papel de simples revestimientos decorativos, sino que se convierten en instrumentos de narración espacial, capaces de modular percepciones, sugerir atmósferas y construir identidades distintas sin romper nunca el hilo conductor de toda la intervención. Desde la ligereza suspendida del salón hasta la intimidad poética de las habitaciones, cada superficie cuenta un capítulo diferente de la misma historia.

Lo que queda claro es el valor del diálogo en el diseño: cuando la visión creativa se une a una competencia técnica capaz de satisfacer matices e intenciones, el resultado supera la suma de las partes. Como destaca Alberto Torres, esta sinergia entre diseñador y proveedor se traduce en espacios que no gritan su identidad, sino que la susurran, dejando que sean las propias paredes las que perciban y devuelvan el alma del lugar.

bool(false)
Open sidebar Open sidebar